El respeto en el trabajo social es un valor fundamental que implica reconocer y valorar la dignidad y el valor inherentes de cada persona, sin importar su origen o circunstancias, y promover sus derechos, especialmente el derecho a la autodeterminación. Los trabajadores sociales deben tratar a las personas con consideración, defender sus intereses, y mantener la confidencialidad, utilizando un lenguaje y prácticas que reflejen dignidad y respeto.
Dignidad y valor de la persona:
Es la base del trabajo social, reconociendo la integridad de cada ser humano.
Autodeterminación:
Se debe respetar el derecho de las personas a tomar sus propias decisiones y elecciones, siempre que no afecten los derechos de otros.
Privacidad y confidencialidad:
Los trabajadores sociales tienen la obligación de proteger la información personal de los clientes y mantener su privacidad.
Participación:
Se fomenta la implicación plena de las personas en las decisiones que les afectan.
Lenguaje y comunicación:
Se debe emplear un lenguaje preciso, respetuoso y adecuado al contexto en toda interacción con y sobre los clientes.
Cómo los trabajadores sociales demuestran respeto
Trato considerado:
Tratar a las personas con amabilidad y compasión.
Defensa de derechos:
Apoyar y defender los derechos humanos y el bienestar físico, psicológico y emocional de las personas.
Integridad profesional:
Mantener un comportamiento ético, evitar el abuso de la relación de confianza y no aprovechar la posición para obtener beneficios personales.
Colaboración profesional:
Tratar a los colegas con respeto y cooperar con ellos para el bienestar de los clientes.
Reflexión crítica:
Analizar continuamente las propias acciones y el impacto de las estrategias de promoción de justicia social para asegurar un servicio respetuoso.